Si te asomas al BOE no verás empleo ni incentivos fiscales sino miles de subvenciones, apoyos a la promoción, fondos de protección, apoyo a no sé qué sector, auxilios, socorros, favores, ayudas, regalos que ya sabes donde van a parar, dineros incontrolados. Y no digamos si miras al Parlamento. Están comprando voluntades, secuestrando la voluntad popular, chantajeando al pueblo soberano. ¿Donde está la Oposición?
Pues este Pp de Feijoo que está bloqueando el paso de la líder natural de su partido para el objetivo esencial, la unión del centro-derecha, el rescate de la democracia y la condena al ostracismo del autócrata, oxigena de nuevo por tacticismo a un Gobierno que no ha hecho otra cosa que secuestrar la democracia colonizando los medios y las instituciones.
De este modo se está perpetúando la dictadura bolivariana de partido único de estos pechelingues que se limitan a enriquecerse mientras contemplan y aplauden como suricatos desde la tribuna sanchista la piratería separatista y el funambulismo de su líder.
Ahora se explica por qué ante tantos atropellos, delirios y vesanías como recibe de su gobierno, el pueblo no está en la calle. Si no fuese por las subvenciones, la juventud sin independencia y sin futuro, la que no se ha ido aún al extranjero, estaría ya en la calle con los desempleados, los médicos que no dan abasto, los agricultores, pescadores y los millones de autónomos que han tenido que cerrar, para exigir la renuncia de este gobierno de pechelingues que, sin un ápice de dignidad y con desprecio absoluto del interés general pese a tantísimos escándalos y sin presupuesto, se resiste a abandonar el poder.
El socialismo y en particular el sanchismo de Pedro Sanchez no crea ni vertebra nada. Ni estructura económica, ni política, ni social. Ni por supuesto los miles y miles de viviendas que iban a crear. Lejos de tal, han destruído la clase media en un proceso cuidadosamente diseñado y deliberado que con sus subvenciones está persiguiendo lo que Umbral llamaba «delicuescencia de la soberanía» que se va licuando con el paso del tiempo como la sosa cáustica al contacto con la humedad. Sólo las feroces críticas de las redes sociales respondeb a las continuas provocaciones del gobierno, ejercen un verdadero control por no estar aun dentro del sistema de retroalimentación de poder y medios, en fin, del reparto.
Con esta compra de voluntades sanchista hacia el comunismo de facto que el Pp de Feijoo no es capaz de contener, la soberanía se licúa cada vez más y la solución parece desvanecerse por momentos.
¿Diría usted que los partidos que están determinando el poder y comprando la soberanía del pueblo en España con subvenciones, ayudas, fondos, cheques, apaños y pactos secretos con separatistas, prófugos y terroristas están cumpliendo esos mandatos constitucionales? ¿Diría usted que expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento efectivo para la participación política?»
Están comprando la Soberanía popular.
Víctor Entrialgo